El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este viernes que volverá a encontrarse con su par chino, Xi Jinping, tras mantener una conversación telefónica que él mismo calificó de “muy productiva”. La reunión entre ambos mandatarios tendrá lugar en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), prevista para finales de octubre en Corea del Sur.
Además del encuentro en el marco de la APEC, Trump adelantó que visitará China a inicios de 2026, mientras que Xi Jinping, por su parte, realizaría una visita oficial a Estados Unidos en una fecha aún no determinada. La noticia fue comunicada por el mandatario a través de su red social Truth Social, sin mayores detalles logísticos, pero con un claro enfoque en el restablecimiento del diálogo bilateral.
Esta reunión es particularmente significativa porque será la primera vez en más de seis años que ambos líderes se verán en persona. El último encuentro cara a cara fue en junio de 2019, durante la cumbre del G20 celebrada en Japón. Desde entonces, las tensiones entre Washington y Pekín han aumentado considerablemente, especialmente en temas comerciales, tecnológicos y geopolíticos.
Durante el intercambio telefónico, Trump mencionó que hubo progresos en “temas clave” como el comercio bilateral, el combate al tráfico de fentanilo —cuyos precursores químicos provienen en gran parte de China— y el conflicto entre Rusia y Ucrania. También se abordó el futuro de TikTok en territorio estadounidense, uno de los puntos más controversiales en la agenda reciente.
Sobre este último tema, Trump agradeció lo que consideró un avance hacia la aprobación de un marco que permitiría que la plataforma china continúe operando en Estados Unidos. Si bien no ofreció detalles concretos, la conversación siguió a una serie de reuniones entre funcionarios estadounidenses y chinos celebradas esta semana en Madrid.
El presidente Xi fue claro en su posición: el Gobierno chino “respeta la voluntad de las empresas” y favorece que cualquier negociación se realice bajo las reglas del mercado. Subrayó, además, que las soluciones deben ajustarse a la legislación de China, pero también contemplar un equilibrio justo entre los intereses económicos y la soberanía tecnológica.
El caso TikTok ha sido un punto de fricción desde hace varios años. En 2024, el Congreso estadounidense aprobó una normativa que exige que la empresa que opere la aplicación en EE.UU. esté desligada de la matriz china, ByteDance. La preocupación principal sigue siendo el acceso a los datos de usuarios por parte del gobierno chino.
Ante esta exigencia, la Casa Blanca ha ampliado el plazo para que TikTok cumpla con esta separación estructural. La nueva fecha límite es el 16 de diciembre. Hasta entonces, se trabaja en un modelo de reestructuración en el que la nueva sociedad operadora podría estar liderada por firmas estadounidenses como Oracle, Silver Lake y Andreessen Horowitz.
Mientras tanto, el presidente Trump insiste en que su objetivo es garantizar un entorno comercial más justo, tanto para empresas estadounidenses como extranjeras. A su vez, la parte china reclama que EE.UU. actúe con transparencia y sin discriminación hacia las inversiones provenientes del país asiático.